ROMULUS: DEL GRADERÍO A LA HISTORIA VIVA
Del 25 al 27 de abril, la historia nos llamó... y, como no podía ser de otra forma, respondimos con toga, coraza y alma. El evento Romulus volvió a iluminar las imponentes Arènes de Nîmes, y algunos de nuestros socios del Grupo Vindicta Recreación Histórica cruzaron las fronteras para formar parte de esta cita colosal con el pasado. ¿El resultado? Una experiencia que no se olvida fácilmente.
Para quien no lo conozca, Romulus no es solo un espectáculo: es una recreación monumental del mito fundacional de Roma. Gladiadores en combate, jinetes al galope, dioses y emperadores reviviendo sus leyendas... Todo, en uno de los anfiteatros romanos mejor conservados del mundo. No es exageración: estar ahí es como viajar dos mil años atrás.
Pero la sorpresa vino cuando lo que parecía ser un viaje como espectadores imperiales se convirtió, gracias al trabajo, la entrega y la reputación de Vindicta, en algo mucho más grande. Porque cuando se trabaja con rigor y pasión, la historia te abre la puerta.
Photo: Rachele Lori
Photo: Rachele Lori
Nuestra compañera Isabel, que iba a ocupar un lugar en el graderío imperial, acabó siendo nada más y nada menos que la madre del emperador. Roberto pasó de espectador a general del emperador, y Mónica asumió el rol de concubina. Por si fuera poco, Agustín se convirtió en un senador romano, junto a nuestro amigo y compañero Ambrogio Pompei de la Asociación Romanitas de Roma. Todos ellos colocados en el graderío real, no como visitantes, sino como parte viva del relato.
Y ahí está la clave: esta experiencia no fue cuestión de suerte. Fue el resultado de la dedicación, el esfuerzo, la perseverancia y la empatía que define a nuestro grupo. Vindicta no es solo una asociación de recreación; es una comunidad de personas que aman la historia y la hacen vivir con cada paso, cada gesto y cada palabra.
Desde aquí, nuestro reconocimiento y orgullo para quienes llevaron el nombre de Vindicta hasta las mismísimas entrañas del mito. Porque no todos los días se revive la historia desde dentro… y no todos pueden decir que la misma les hizo un hueco.
¡Salve Romulus!¡Salve Nîmes!¡Salve Vindicta!
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